sábado, 12 de marzo de 2011

Ella.

Ella se pinta los labios siempre de color, para que nunca se borren sus besos. El resto de carmín que deja en otras pieles, es un tatuaje de henna que sólo dura un par de lavados. Te besa y comienza a andar. Pies pequeños pero firmes, de los que siempre dejan huella aunque no haya barro.
Sus zapatos desgastados de tantas pisadas por las aceras del mundo y que a veces éste, se le queda pequeño.
Esas manos de las que se caen los anillos, conocedoras de otras manos, que no pierden ocasión de agarrar.
Y una risa contagiosa que exhala de su sonrisa y es incapaz de contener. Aveces temblorosa, otras indomable, pero sigue su camino, del que sólo se detiene para observar, para bailar o para pegar un salto.



Ir abajo Ir arriba